nosotros somos:
1.Jose Ángel Rodriguez Delgado
2.Nestor Gabriel Huante Sierra
3.Isidro Valencia Dominguez
DESCRIPCION
Sobre un lienzo color rojo saturno que simboliza las luchas libertarias del pueblo oaxaqueño y arrollado por el tiempo
En el centro, dentro de una corona ovoidal parabólica, se destaca el apotegma de Juárez: “El respeto al Derecho Ajeno es la Paz”a manera de un pergamino se destacan siete estrellas, que representan las regiones del Estado; abajo la inscripción “Estado libre y soberano de Oaxaca” En la parte superior central, emerge el águila nacional. estando separadas las palabras por representaciones figurativas del nopal de la grana, como símbolo de la riqueza Oaxaqueña antigua. En el interior aparecen tres campos delimitados en la siguiente forma; en el superior de la izquierda, el topónimo de Huaxyacac; en el superior derecho, un perfil de los palacios de Mitla, en juego de sepias, flaqueando esta figura a su derecha, la Cruz Dominicana: en la parte inferior, dos fuertes brazos rompiendo las cadenas de la opresión, que simbolizan los anhelos del pueblo Oaxaqueño en la conquista de su libertad. |
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El lienzo de gules (rojo) como pergamino: las luchas libertarias de los Oaxaqueños. Las siete estrellas: cada una de las siete regiones el Estado. “Huaxyacac” antiguo topónimo de Oaxaca. Los dos fuertes brazos rompiendo las cadenas el fin de la opresión. El campo de gules sobre el que aparecen los Brazos: los anhelos del pueblo Oaxaqueño en busca de la libertad. |
Al visitar Oaxaca se complacen todos los sentidos: tu oído estará en armonía con la música y festividades del estado; tu vista se maravillará con sus colosales paisajes naturales; tu tacto percibirá con agrado las texturas artesanales; pero sin duda, uno de los sentidos que más consentirás, es a tu gusto, con los sabores e ingredientes de una de las gastronomías más exquisitas y exóticas de México.
Además puedes endulzar tu día con una deliciosa nieve de pétalos de rosa, unas cocadas, un rico buñuelo, o una deliciosa rebanada de pastel de elote con un rico champurrado, un atole de chocolate servido en una taza de barro; y si prefieres refrescarte, puedes tomar un agua bien fría de chilacayota, de horchata, o de limón con chía y porque no, degustar el tradicional mezcal.
El toque prehispánico en la cocina oaxaqueña se refleja en el uso de maíz, el cual constituye el ingrediente básico de la alimentación mexicana. Aquí se pueden degustar las memelas, que son tortillas creadas con 4 tipos de maíces de diferentes regiones. Y si hablamos de tortillas no podemos dejar pasar los molotes, que son elaborados con masa, rellenos con puré de papa y chorizo, se envuelven completamente para freírse y acompañarse con frijoles molidos, guacamole, lechuga y queso.
Uno de los néctares que no puedes dejar de probar es el tejate, el cual se considera muy importante en la cocina, historia, nutrición y agricultura relacionadas con el maíz en la ciudad de Oaxaca. El tejate se preparan con ingredientes variados como la flor de cacao, harina de maíz de tostado, semillas de cacao fermentadas y huesos de mamey. Su nombre proviene del náhuatl “Texatl” y significa agua harinada.
Sin duda alguna, los alebrijes son una de las creaciones que más fascinan en todo México y el mundo. Cuenta la leyenda que su creador tuvo un extraño sueño donde vio un bosque repleto de animales fantásticos y coloridos, con alas, colmillos, cuernos; desde entonces los artesanos de la región adoptaron el término y elaboran singulares figuras con ayuda de machetes y navajas, adquiriendo de generación en generación el conocimiento para realizar los tallados en madera. Debido a la espectacularidad de estas figuras, algunos los consideran más que artesanías, catalogándolos como verdaderas obras de arte que se exponen en prestigiosas galerías. Algunas de las localidades donde puedes adquirir estas piezas son: San Antonio Arrazola, San Martín Tilcajete y Unión Tejalapan.
Si pudiéramos elegir una artesanía que defina a la ciudad de Oaxaca escogeríamos los textiles, que visten de calidad y originalidad al territorio con sus inigualables diseños remontándonos a la edad prehispánica y colonial, maquilados artesanalmente en telares de cintura o de pedal, con hilo de algodón y teñidos con colores vistosos que representan con orgullo la herencia milenaria de la región en manteles, tapetes, cortinas, colchas, rebozos, huipiles y hasta trajes regionales de seda y terciopelo con finos bordados multicolores.